Stop BullyingNo sé de quién es esta frase, sólo sé que la leí y pensé que era tan real lo que en ella se decía:

"Humillar a alguien, no te hace ni más orgulloso, ni más fuerte, ni más poderoso... Simplemente te hace más miserable".

Es exactamente eso, cualquier persona que humilla a otra es justamente el calificativo que se merece.

Y si es un niño el que humilla a otro niño la cosa puede ser aún más seria y se llama Bullying.

Recuerdo que de pequeña hubo un tiempo que sólo temía a una cosa y era a que mi madre me mandara a comprar. El motivo tenía nombre de niño, un niño perverso y cruel que me tenía amenazada en el cole. Él sabía que tenía que pasar por su puerta para ir a comprar y me decía:

-O me haces los deberes o te pego cuándo pases y te pillo con la bici... tú verás.

El caso es que había dos caminos para ir a comprar a la tienda, uno era pasando por su puerta (que era leña segura) y el otro era más arriba, donde había un perro grande y suelto que se tiraba a morder a todo el que pasara por allí.

Yo tendría unos 8 años y mi problema para mí era muy grande.

[quote width="100" align="left" border="green" color="gray"]"Humillar a alguien, no te hace ni más orgulloso, ni más fuerte, ni más poderoso... Simplemente te hace más miserable".[/quote]

Es de entender que me entraran sudores de miedo cada vez que tenía que ir a comprar... y comprobar que efectivamente sus amenazas se cumplían.

Recuerdo haciéndole los deberes pero aún así se metía conmigo diciéndome pecosa y cuántas cosas más, pero... ¿qué podía hacer yo?, ¡si me chivaba entonces sería peor!.

Un día, llegando a su puerta me vió, subido en su bici se dispuso otra vez a cortarme el paso y atropellarme contra la pared, pero aquel día había unas vecinas cerca sentadas en la puerta y pensé en pedirles ayuda, así que fuí y les dije:

-¡Este niño no me deja pasar, me atropella con la bici!

Y para mi sorpresa siguieron a lo suyo, ni caso. ¡No me lo podía creer!. El niño se reía, se vé que estaba acostumbrado a que nadie echara cuentas a sus actos. Así estaba.

Harta de todo, pensé que algo debía hacer. Me dí cuenta que al igual que se lo dije a aquellas mujeres que no me hicieron caso pués debía acudir a quién sí que me lo haría... mi madre. Total, ya peor no podía ser la cosa.

Aquel fué el principio del fín. Ella me dió un consejo: Enfréntate a él, no permitas que te amenace, no seas débil y si ves que continúa... entonces aquí estaré yo para buscarlo.

Cuándo pasé otra vez allí estaba pero yo no me sentía sola, llevaba conmigo esas palábras que me daban fuerza y si nó salía bien... mi madre me esperaría.

Así que con la voz temblorosa le dije al niño: ¡Ya no me pegas más! y le empujé hacia atrás. Él no lo esperaba así que como buen cobarde fué por su bici, pero subido a ella también lo empujé, nos peleamos hasta que decidió dejarme. Él seguiría otros días pero yo también seguiría defendiéndome porque mi madre me hizo comprender que nadie te puede hacer sentir inferior sin tu consentimiento.

Y eso yo no lo iba a consentir más.

No cuento esta historia porque sí, la cuento porque me viene a la cabeza cuándo veo o escucho casos relacionados con lo que llamamos bullying, que es acoso escolar, acoso de unos niños a otros y algunos muy graves.

Y quiero decir al respecto, que dicen que siempre ha habido, hay y habrá niños que se burlen de otros niños, niños que insulten, niños que amenacen. Y creo que es porque siempre ha habido, hay y habrá adultos que se burlen, adultos que insulten y adultos que amenacen... y los niños (por lo general) siguen tus pasos, hacen lo que ven y dicen lo que escuchan.

Si nó queremos que nuestros hijos sirvan de mal ejemplo... empecemos siendo un buen ejemplo nosotros.

Si vemos que algo hacen mal a algún compañero ¡echémosle cuentas!.

Porque si algo peor hay que ser los padres de un niño acosado...es ser los padres de un niño acosador, pués

La persona que no está en paz consigo mísma, será una persona en guerra con el mundo entero.

Gandhi.

La foto es de Tepheris en Devianart.

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