Escrito por: Esmeralda Monje
Categoría: Blog de Esmeralda
Visitas: 2788

AbuelaA diario conocemos historias de superación personal. Algunas son historias que nos sobrecogen y nos hacen ver la vida de otra manera. Me refiero a esas personas que sufren una minusvalía, como por ejemplo que les falte un miembro de su cuerpo y sin embargo luchan por seguir adelante sin hundirse ni rendirse.

Estas personas te dan lecciones, te enseñan cosas que en ninguna escuela aprendes...  y yo lo sé bien. Yo fuí testigo del día a día de una persona así. Un ser extraordinario que me dió todo y me enseñó más, dónde se junta admiración y amor... se vuelve indestructible.

Unos ojos que siempre vieron, que brillaban llenos de vida y luz y que un día esa luz se apaga, que aún estando abiertos todo sigue estando negro, sumergida en la más absoluta oscuridad que vino para quedarse, cuándo llega ese día, sólo esa persona sabe lo que se siente y a lo que se enfrenta, el tacto y el oído se vuelven sus más preciados tesoros. Tiene dos caminos... uno es rendirse y el otro es luchar.

No se puede resumir en unos cuántos renglones la historia de una luchadora, pero sí estoy en posición de decir cómo esta mujer, a pesar de sus tantas piedras en el camino, fué capaz de sortear mientras me entregaba todo el amor que jamás encontraré en nadie más.

Cuándo aún eres niña no te das cuenta de la grandeza de unos simples gestos, como es coser un botón, pelar patatas o lavar ropa, lo ves normal, aunque quién lo haga esté completamente ciega. Pero ella decidió llorar en silencio y mostrar su sonrisa para que todo, dentro de lo que cabe, fuera como siempre.

Le gustaba vestirse ella. La recuerdo tocando las costuras de su ropa. Tocaba las sábanas y hacía una cama... perfectamente. Tocaba las paredes y encontraba cualquier camino y nos tocaba a nosotras, la ropa que nos poníamos, nuestra cara... y se daba cuenta que pese a sus limitaciones, nos iba poniendo grandes.

Digo nosotras porque somos dos, mi hermana y yo, las que hoy nos quedamos perplejas al ver en las noticias que hay personas que sufren depresión por síndrome post-vacacional. ¿Qué es eso de depresión post- vacacional? Existirá... pero me deja sin comentarios. ¿Cómo se puede tener depresión después de unas vacaciones, sólo por pensar que vuelves al trabajo? Lo pronto que hablamos de depresión hoy día...

Yo pienso que todo está en la mente, en la fortaleza y en el espíritu luchador de cada persona. Hay quienes de una gota hacen un río y hay quienes teniendo un río deciden construir un puente y cruzar.

Ella era así, ella era mi abuela, mi madre y mi todo y todo lo que hoy soy, lo que somos mi querida hermana y yo se lo debemos a ella, nuestro mayor ejemplo de superación personal.

Aquello que en esta vida te faltó

que en la otra te sobre,

aquel que es rico de corazón,

jamás fué pobre.

La imagen es de Pixabay.